LA CUARTA VÍA
Una Contribución Indígena para Construir Prosperidad Sostenible y Armoniosa en las Américas
Resumen
PRIMERA ETAPA – ESTABLECIENDO LAS BASES
Día de la Tierra, Abril 22, 2006
Four Worlds International Institute
Perspectiva General PRIMERA ETAPA – Estableciendo las bases La Cuarta Vía: Una Contribución Indígena para la Construcción de lProsperidad Sostenible y Armoniosa en las Américas, fue compartida públicamente en primera instancia con nuestros parientes más confiables, en la Reunión Espiritual, “Sanándonos a Nosotros Mismos, a Nuestras Comunidades y a la Madre Tierra”, llevada a cabo el Día de la Tierra, Abril 22, 2006, en el Centro Cultural Daybreak Star en el Parque Discovery en Seattle, WA. También se compartió simultáneamente en otras tres reuniones espirituales similares a lo largo de Norteamérica y con parientes confiables, vía email.
La Cuarta Vía es el resultado de un proceso de consulta profundo que comenzó en Octubre del 2001, con líderes y comunidades Indígenas a lo largo de las Américas y aun más allá, así como con otras partes interesadas. Presentamos La Cuarta Vía con total fe y confianza de que encarna un sendero sagrado que busca acabar con los ciclos de pobreza y violencia que se están incrementando, y ayudar a construir una prosperidad armoniosa y sostenible en las Américas.
La Cuarta Vía tiene sus raíces en las Profecías y Enseñanzas Sagradas de los Antiguos, quienes caminaron las Américas mucho antes de la llegada de Colón. Con la Base Espiritual ya preparada en muchos lugares y por muchos Familiares que han caminado ya esta senda antes que nosotros, la actualización de la Primera Etapa se pondrá en marcha rápidamente y las siguientes tres etapas se revelarán y completarán en su momento adecuado.
La Cuarta Vía es un esfuerzo para dirigirnos hacia lo que nosotros vemos como la crisis que se está develando en este nuevo siglo, una crisis de muchas dimensiones, donde nuestra Madre Tierra y sus habitantes simultáneamente enfrentan la perspectiva de una degradación ambiental, de conflictos violentos, la competencia por recursos y mercados cada vez más escasos, inseguridad económica, la agitación social y política y un aumento en la pobreza y la falta de esperanza. Vemos La Cuarta Vía como un “Documento Estratégico de Seguridad” que presenta un mayor potencial para la paz y la seguridad que los acercamientos militares de mano dura o los diplomáticos. Indicamos que La Cuarta Vía y los Dieciséis Principios establecen la base para formular una respuesta que beneficiará a la Familia Humana en su totalidad.
En La Cuarta Vía, señalamos claramente que los Pueblos Indígenas tienen la visión, los Principios Guía y los valores, la capacidad creciente y los recursos colectivos para co-crear con otros miembros de la Familia Humana, un futuro pacífico y armonioso para todos nuestros hijos y nietos. Nosotros sostenemos que los Indígenas tienen la clave fundamental para la paz, la seguridad y el bienestar sostenible para todos los miembros de la Familia Humana. Consideramos que nuestro futuro colectivo está en riesgo.
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La Cuarta Vía:
El contexto
“De la nada” en un hermoso día de otoño en septiembre de 2001, el terrorismo masivo llegó a Nueva York y Washington y con él, el fin de la presunción de paz en el nuevo siglo. Estados Unidos ha invadido ahora Afganistán e Irak, forzando el cambio de régimen y se encuentra a sí mismo empantanado cada vez más en el Medio Oriente como un poder de ocupación, luchando contra insurgencias persistentes, mientras los costos suben en espiral. La proclamada “Guerra Contra el Terrorismo” multi-generacional ha violentado muchas democracias liberales casi hasta el punto de su ruptura, por tensiones crecientes entre la libertad y la seguridad, como resultado de la presión que sobre éstas ejerce el conflicto asimétrico representado por las insurgencias nacionales y los terroristas sin bandera, que están dispuestos a suicidarse para lastimar o matar a occidentales.
Al mismo tiempo, fuera de la vista, en el Sur Global, movimientos que se oponen a la globalización y al “Consenso de Washington” – representado por las políticas neo-liberales de los Estados Unidos, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial – fueron ganando apoyo y luego, repentinamente ganando elecciones. En Venezuela (que es uno de los mayores productores de energía), Hugo Chávez fue elegido presidente con una plataforma política de independencia del capitalismo global, oposición a la globalización y al neo-liberalismo, todo esto mientras se alineaba con los pobres y desposeídos, muchos de ellos indígenas o mestizos. Al anunciar la llegada de un “movimiento de independencia Bolivariana” para ser esparcido por toda América, el presidente Chávez luchó abiertamente contra intereses alineados con los Estados Unidos de Norteamérica.
Centrales a los acontecimientos en el Sur Global se encuentran nuevos movimientos indígenas inquietos y renovados, en Ecuador, Perú, Colombia, Guatemala y México. Muy recientemente, Evo Morales, un indio Aymara, fue elegido como el primer presidente indígena de Bolivia con el primer voto mayoritario que ese país ha visto en años. Todos los ojos están puestos en Perú, Ecuador, Nicaragua y México. Aun cuando en Colombia continúa el conflicto armado con grupos insurgentes tales como el ELN y las FARC, el enfoque ha cambiado ahora hacia el crecimiento del poder político indígena en el hemisferio. De hecho en cada estado-nación en América incluyendo el Caribe, hay alguna forma de movimiento indígena emergiendo y uniéndose con otros por toda América.
Una Perspectiva Indígena
Los Pueblos Indígenas de la Madre Tierra que todavía tienen una conexión con su tierra, lengua, cultura, historia y tradiciones espirituales es la población más pobre y la más marginada social y políticamente en todos los países donde residen. Tienen la peor salud, los niveles más altos de mortalidad infantil y están más expuestos y vulnerables a los contaminantes medioambientales, tienen los niveles más bajos de educación y las percepciones más agudas de frustración, falta de poder y opresión política.
Efectivamente, muchos Pueblos Indígenas en algunas regiones, han sido y siguen siendo empujados a extremos de pobreza y miseria, hasta el punto de extinción, todo en nombre del “progreso” o del “desarrollo.”
Sin poder hacer nada al respecto, millones de Indígenas han sido testigo de cómo sus medios de vida han sido eliminados por prácticas ambientales no sostenibles, utilizadas por grandes corporaciones transnacionales dedicadas a la pesca, la tala de bosque, la explotación petrolera y minera, así como por el establecimiento de sistemas agrícolas tipo plantación y por grandes corporaciones agroindustriales subsidiadas por los gobiernos, que usurpan los mercados agrícolas en sus países. Cientos de miles de pequeños cultivadores indígenas ya no reciben un ingreso básico debido a la destrucción intencional de los mercados agrícolas locales como resultado de prácticas predatorias de comercio global dictadas por la agroindustria. Estos pequeños cultivadores se han unido a los millones de inmigrantes ilegales que inundan los Estados Unidos de Norteamérica. Vistas estas condiciones a través de los ojos de los Pueblos Indígenas, no son exageraciones sino hechos reales de la vida, tal como son.
La Respuesta Indígena
A lo largo de los años, ha habido una variedad de respuestas por parte del pueblo Indígena a este conjunto cruel de condiciones, que van desde la asimilación y la resignación pasiva hasta la resistencia. Al mismo tiempo, siempre ha habido un núcleo muy poderoso de ancianos y jefes espirituales que han abogado por mantenerse fieles a la antigua visión espiritual de la unidad de la Familia Humana y a la enseñanza de que la salida de este periodo de opresión y sufrimiento que el pueblo Indígena ha soportado, no se logra a través de la violencia, sino más bien a través de la recuperación de la confianza que se perdió y de la promoción de asociaciones constructivas con todas las naciones y pueblos. Estos ancianos y líderes espirituales continúan creyendo en las antiguas profecías, incluyendo la Reunión del Cóndor y el Águila, el Tiempo del Fuego del Octavo Consejo, el Regreso del Búfalo Blanco, el Resurgimiento del Cuarto Mundo y el cumplimiento de la Profecía de la Estrella del Amanecer de Black Elk que visualiza a la Familia Humana como los hijos de una Madre y un Padre, nutridos y cubiertos por el mismo Árbol Sagrado de Vida. En el pasado, sus sabias voces y visiones fueron doblegadas por aquellos que habían sido injustamente abusados y que entendiblemente abogaban por la resistencia y la violencia.
Observamos que muchos conflictos armados alrededor del mundo están enraizados, por lo menos en parte, en diferencias tribales. Muchos de estos conflictos tribales están fundados y exacerbados por la competencia entre varios poderes por recursos valiosos, tales como el petróleo, así como por la producción y venta de drogas ilegales. El actual desarrollo de los recursos naturales del mundo – incluyendo la producción de petróleo y el gas, así como la agricultura y otras actividades productivas—se lleva a cabo en su mayor parte en o cerca de las tierras Indígenas tradicionales. Una futura exploración y producción requerirá mayor involucramiento de los Pueblos Indígenas. Afganistán por ejemplo, es sumamente importante en este aspecto (sobre todo tratándose de un lugar estratégico para establecer oleoductos), situado en Asia Central, el cruce de caminos de la competencia por los recursos.
La cantidad de petróleo proveniente de las tierras tradicionalmente Indígenas de Sudamérica, específicamente de Ecuador, Colombia y Venezuela, es mayor que la cantidad importada del Medio Oriente. Sumados estos recursos con los de Canadá y México, la riqueza natural es tal que debe haber paz y armonía a través del continente entre los Pueblos Indígenas y los Gobiernos, así como con las comunidades empresariales y la sociedad civil de los países donde residen los Pueblos Indígenas. Las necesidades enérgicas y agrícolas del Hemisferio Occidental pueden cubrirse ampliamente desde el interior.
Si no tiene lugar éste involucramiento colaborativo, podríamos ser testigos del debilitamiento del sistema económico de Latinoamérica, cada vez más desestabilizado por una larga guerra contra el terrorismo, junto con una economía norteamericana tambaleante, un comercio de drogas floreciente y en expansión y la disfunción creciente de los sistemas de gobierno y de instituciones relacionadas. Podríamos también ser testigos del crecimiento de grupos de oposición violenta de ultra derecha así como grupos insurgentes de ultra izquierda, junto con una situación de malestar social en aumento, alimentada por una brecha que se amplía constantemente entre ricos y pobres (tanto a lo largo del sur, como dentro de muchas ciudades norteamericanas y comunidades Indígenas) que podrían desestabilizar las Américas muy seriamente, y con ello, nuestro abastecimiento colectivo de energía, alimentos y otras fuentes necesarias para nuestra sobrevivencia.
Es importante llamar la atención sobre un informe del Banco Mundial del 2006 que plantea que la brecha entre ricos y pobres en Colombia, el más fuerte aliado de EE.UU. en Latinoamérica, es exactamente igual a la que se presentaba en 1938. De hecho los índices de concentración de la riqueza y la pobreza en Colombia son aún mucho más extremos que los de sus vecinos. Además hay más de tres millones de desplazados internos (refugiados), como resultado del conflicto civil en Colombia (el mayor de los países de las Américas), de los cuales la vasta mayoría son Indígenas. Todo esto es muy perturbador a la luz del hecho de que Colombia recibe más apoyo financiero y militar de los EE.UU., que cualquier otro país en Latinoamérica. Obviamente, se requiere de un nuevo acercamiento. La negación continua de las aspiraciones legítimas de los pueblos Indígena y de los pobres marginalizados, continuarán alimentando el aumento del conflicto violento.
El asunto real es el siguiente: ¿cómo pueden tales pueblos tribales ser apartados de las ideologías extremistas y conducidos hacia un sendero de desarrollo más constructivo y armonioso? Será necesario para cualquiera que desee apoyar el proceso de paz, entender la historia, cultura, valores y aspiraciones del pueblo tribal que vive en estos lugares.
El Análisis Indígena
En nuestras conversaciones con líderes Indígenas a lo largo de las Américas, ellos hacen el siguiente análisis:
A. Nuestra gente está enfrentando una pobreza que raya con la miseria y han soportado la supresión constante de sus esfuerzos para el auto-desarrollo por parte de nuestros propios gobiernos (es decir, los gobiernos de las estados-nación en las que residen, incluyendo muchas comunidades Nativas dentro de Canadá y de los EE. UU.) Ahora, en algunos países hay esperanza de cambio. ¿Cual será la reacción de la comunidad mundial? ¿El auto-desarrollo y el nuevo liderazgo será apoyado o aplastado por medio de la violencia, el asesinato o la falta de apoyo?
B. Muchos Indígenas ven solamente cuatro opciones:
1.- Asimilación – renunciar nuestra identidad Indígena, nuestra historia, nuestra cultura, nuestras creencias espirituales y nuestro modo de vida y volvernos parte de la mezcla homogénea de masas. Algunos miembros de nuestro pueblo han tratado de hacer esto y la mayoría de ellos han perdido su tierra y permanecen marginados, pobres y cada vez mas desesperados.
2.- Resignación – aceptar la impotencia, la pobreza, la victimización, las enfermedades y la desesperación como nuestro destino, en otras palabras, rendirnos.
3.- Resistencia – involucrarnos en luchas organizadas para defender nuestros territorios, familias y vidas y ganar concesiones de nuestros gobiernos. La resistencia puede ir desde protestas no violentas hasta la lucha armada y puede incluir la participación en el mercado negro de las drogas y las armas.
4.- Empoderamiento y Desarrollo Constructivo –crear movimientos Indígenas y movimientos sociales organizados, enfocados en promover la sanación, el bienestar y la prosperidad de la gente, eligiendo y apoyando a líderes que verdaderamente respondan a la mayoría del pueblo, líderes que no sólo mejoren la educación, la atención de la salud, la infraestructura y el desarrollo económico sino que también trabajen para crear espacios políticos y sociales dentro de los países donde residen los pueblos Indígenas, para la verdadera participación en un proyecto incluyente y equitativo de reconstrucción de las naciones.
Este acercamiento no es meramente político en su naturaleza. También implica un reclamo y recuperación sistemáticos de las bases culturales Indígenas, de su identidad y lengua y de volver a anclar el cambio económico y social en los valores espirituales y culturales y en el conocimiento tradicional en el corazón de las culturas Indígenas. Este enfoque de ninguna manera implica una retirada al pasado histórico, sino más bien es un compromiso activo con el reto de rehacer el futuro de las naciones dentro del marco de preservar y enaltecer la vida, así como los valores y modelos sostenibles de acción en armonía con todos los miembros de la Familia Humana.
C. Los líderes Indígenas señalaron que a aquellos grupos Indígenas que han tomado las armas se les presta gran cantidad de atención. Todavía falta ver si aquellos que participan políticamente y ganan elecciones lograrán algo o no. Si no, la lucha armada será todo lo que quede.
Sabemos que algunas regiones de Latinoamérica han sido desestabilizadas por intervenciones inapropiadas que han llevado al conflicto armado y han aumentando la violencia comunal, mucho de esto alimentado por la exclusión del sistema político y económico y por la competencia para obtener recursos así como por el narcotráfico. La falta actual de alternativas económicas permite a los cárteles de la droga operar con relativo desenfreno por toda la espina dorsal de las Américas a través de América Central, México y el Caribe, hasta el corazón de Norteamérica. Una “guerra contra las drogas” de muchos años, el gasto de billones de dólares, la aplicación de defoliantes peligrosos, el incremento de la militarización y las dramáticas pérdidas de las libertades civiles, han tenido muy poco efecto tanto en el precio como en la disponibilidad de drogas ilegales. Sin embargo, esta guerra ha menoscabado los derechos civiles y ha aumentado la drogadicción, la pobreza, la mala salud y la marginalización, lanzando a más personas a los brazos de los movimientos extremistas y criminales a lo largo de las Américas. ¿Se trata simplemente de otra política fracasada, o son los resultados que vemos intencionados? Sin duda cuando la política de “guerra contra las Drogas” se estaba introduciendo a lo largo de Latinoamérica, el pueblo Indígena trató de advertir sobre estos posibles resultados y sus comunidades han sufrido mucho con lo que ha ocurrido.
Hacia la Implementación de la Estrategia de La Cuarta Vía
En nuestro trabajo a lo largo de muchos años por todas las Américas, hemos tenido la oportunidad de sentarnos en reuniones a nivel comunitario con miles de Indígenas y sus líderes de muchas y muy diferentes tribus y naciones. Lo que hemos visto y escuchado en estas reuniones es el mismo y sistemático mensaje:
1. La vasta mayoría de los pueblos Indígenas desea lo que la mayoría de la gente en todos los lugares sobre la Madre Tierra, quiere: paz, liberarse de la pobreza y las enfermedades, el fin de la opresión, respeto por sus culturas, lenguas y por la Madre Tierra, un nivel razonable de prosperidad sostenible y bienestar para sus familias y comunidades, acceso a la educación (incluyendo la educación superior), oportunidades para participar sostenible y armoniosamente en la economía global y una voz significativa en la formulación de las políticas, programas y condiciones que impactan sus vidas.
2. Los gobiernos e individuos que ha mantenido el poder político y económico en sus países, a menudo presentan un muro de ignorancia, prejuicios y codicia, sin ninguna voluntad significativa para entender las realidades y condiciones intolerables en que se encuentran los Pueblos Indígenas y no tienen ninguna conciencia real de que sus propias actividades de producción de riqueza (en petróleo, gas, agricultura, bosques, minería, etc.) están en el mejor de los casos, dejando al pueblo Indígena excluido de cualquier oportunidad para el avance económico, y en el peor de los casos, poniendo en marcha fuerzas medio ambientales, económicas, políticas y sociales que están destruyendo directamente las vidas de los miembros de las comunidades Indígenas. Con el nuevo liderazgo que está llegando al poder por todo el hemisferio, es importante que el cambio político sea apoyado y canalizado en una dirección positiva.
3. Visto a través de los ojos de mucha de la población Indígena, las fuerzas de la globalización centradas en las instituciones y programas del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, y grandes corporaciones transnacionales, que se manifiestan también en los llamados programas de ayuda y desarrollo, los cuales también parecen haber sido delineados por las políticas de los ricos y poderosos, y estas políticas (así se percibe), están creando y perpetuando las condiciones intolerables en las cuales la población Indígena está viviendo. Esta percepción continúa a pesar de los supuestos esfuerzos del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo para aumentar su enfoque en el papel de la espiritualidad y la cultura en el desarrollo.
4. Los Pueblos Indígenas se están organizando más y más y politizándose en sus esfuerzos para presionar a los gobiernos y a las instituciones internacionales para un cambio. Sus organizaciones y movimientos son suficientemente poderosos como para retar directamente y destruir la legitimidad y el poder de algunos gobiernos. El pueblo Indígena ha tenido éxito recientemente, al elegir líderes que les han suplicado su apoyo para cambiar este modelo. ¿Tendrán éxito estos nuevos líderes gubernamentales? Ahora que acceden al poder gobiernos elegidos con participación y liderazgo Indígena, es fundamental que tengan éxito y que el movimiento constructivo de un desarrollo armonioso a través del poder espiritual se esparza por toda América. La gente Indígena a lo largo de América se está preguntando cuál será la respuesta del mundo desarrollado ante estos movimientos políticos. ¿Apoyarán o se opondrán y los debilitarán? ¿Veremos el compromiso constructivo y el desarrollo o un nuevo ciclo de militarización, asesinatos y golpes de estado?
Un Despertar Indígena Cultural y Espiritual y el Crecimiento de la Unidad
A pesar de los retos, hay un despertar espiritual que está ocurriendo a lo largo del mundo Indígena.
Con este despertar, se liberan dentro del mundo Indígena, un espíritu y una energía nuevos y poderosos. Este espíritu que empodera tiene sus raíces en la fuerte creencia de los pueblos Indígenas en las promesas de justicia primordial y de renovación que se encuentran en las profecías Indígenas. Sin embargo, este espíritu creciente, animador, dinámico y empoderador, puede ser dirigido hacia la construcción rápida y sistemática de una nueva civilización mundial, comenzando en las Américas, o puede ser co-optado y traducirse entonces en más insurgencias, violencia y terror. La escogencia la hacemos nosotros. Las antiguas profecías se están dirigiendo a un ritmo constante hacia su cumplimiento. Este desarrollo debe ser bienvenido y apoyado en la medida en que las profecías también hablan de cómo su cumplimiento beneficiará a toda la Familia Humana al ayudar a marcar el comienzo de una era de paz, prosperidad y bienestar global.
De manera que ¿Qué es “La Cuarta Vía?”
La Cuarta Vía consiste en una estrategia multifacética, para empoderar a los Indígenas con el fin de que se dirijan hacia una paz, prosperidad y bienestar sostenibles, teniendo en cuenta la historia, la cultura y los valores de las comunidades Indígenas. La Cuarta Vía conlleva los siguientes lineamientos de acción:
I. Trabajo Diplomático Constructivo, tanto de arriba hacia abajo como de abajo hacia arriba, para empoderar a los Pueblos Indígenas y ayudar a los gobiernos y a las instituciones tanto nacionales como internacionales a hacer cambios de política y de programas (a partir de un interés propio bien encaminado), que ayudarán a crear un ambiente que propiciará la construcción de asociaciones viables entre los pueblos Indígenas por todo el hemisferio y entre los pueblos Indígenas y los gobiernos de los países donde residen. Este trabajo diplomático también ayudará a los líderes Indígenas a superar sentimientos del pasado de desconfianza y sospecha para asumir un proceso de consulta que lleve hacia asociaciones constructivas.
Lo que se necesita son nuevas iniciativas estratégicas que permitan al pueblo Indígena contribuir a la riqueza de los estados-nación donde residen y recibir una participación justa de la misma, lo cual no implica que los que están en posiciones de riqueza y poder, sientan que pueden perderlo todo. El principio guía de estas iniciativas estratégicas debe ser el de armonizar los extremos de riqueza y de pobreza. Cada cuerpo diplomático en los distintos gobiernos debe jugar un papel fundamental en este aspecto del trabajo en asociación con especialitas en el desarrollo de los pueblos Indígenas.
II. Construcción de Asociaciones
Se necesita un trabajo extenso y sostenido de construcción de asociaciones.
a. Asociaciones Inter-Indígenas. Estas supondrán asociaciones entre pueblos y naciones Indígenas a lo largo de las Américas, para la ayuda mutua en el desarrollo, la cooperación económica y las actividades educacionales. Estas asociaciones y actividades relacionadas, deben incluir programas de intercambio en Inglés, Francés, Portugués y Español a través de la creación de institutos de lenguas (especialmente para la gente joven); así como de becas e internados enfocados en la construcción de capacidad Indígena y en el desarrollo del liderazgo Indígena necesario para implementar La Cuarta Vía.
b. Los Indígenas a Gobernar. Se deben desarrollar también, asociaciones constructivas entre los pueblos Indígenas y los gobiernos de los países donde residen, con el propósito de dar a la gente Indígena una voz real en la formulación de las políticas y programas que los impacten. En última instancia, estas asociaciones deben tener como resultado mejoras significativas en los campos sociales y económicos y en general en la vida de las comunidades Indígenas;
c. Instituciones Indígenas y agencias internacionales para el desarrollo. Se requieren también, asociaciones de trabajo colaborativas, entre las instituciones Indígenas apropiadas y las ONG’s seleccionadas así como con agencias internacionales para el desarrollo y de financiación, enfocadas en los diversos aspectos de la ayuda para el desarrollo y la construcción de capacidades.
. d. Asociaciones norte-sur, de los pueblos Indígenas. Finalmente, se necesita desarrollar asociaciones colaborativas de trabajo entre los pueblos Indígenas en el norte (Canadá y Estados Unidos de Norteamérica) y sus contrapartes en el sur, para permitir compartir el conocimiento, la capacidad y los recursos para la ayuda mutua, el comercio y el desarrollo. De hecho esta conexión existió durante siglos, antes de que fuera rota por la colonización Europea y el subsecuente aniquilamiento de las naciones Indígenas a lo largo de las Américas.
III. Creación de instituciones y mecanismos de gestión de gobierno participativos y efectivos a través de los cuales los pueblos Indígenas puedan por un lado, negociar constructivamente con los gobiernos y la comunidad empresarial, y por otro lado tratar sobre sus necesidades y preocupaciones en curso, y a través de los cuales ellos puedan manejar y dirigir sus propios programas y procesos de desarrollo.
IV. Ayuda para el desarrollo enfocado y sostenido para apoyar integralmente los programas de desarrollo sociales y económicos en el corazón de las naciones Indígenas, que se enfoquen en asuntos tan fundamentales como la educación, el desarrollo social y económico, el liderazgo, el buen gobierno y la construcción de instituciones y de la sociedad civil. El enfoque debe ser también el de fortalecer la producción de alimentos y la seguridad alimentaria, el desarrollo empresarial y de negocios, el manejo sostenible del medio ambiente y de los recursos, la atención primaria de la salud, la revitalización cultural y la construcción y preservación de una red de seguridad social culturalmente apropiada. Esta ayuda así enfocada debe ser sostenida por lo menos durante una década, mientras se construya la capacidad y se alimente un proceso de desarrollo auto sostenido.
El Desvanecimiento de la Violencia y el Terror y La Cuarta Vía
La situación del pueblo Indígena en las Américas es escalofriantemente parecida a las realidades y condiciones de muchas tribus y naciones en África, el Medio Oriente, Asia y el Pacífico. De nuevo se hace fundamental que adquiramos el deseo de entender, cómo se ve el mundo cuando se observa a través de los ojos de las personas que no han podido conocer nada mejor que la inseguridad y la pobreza debilitantes y que se sienten impotentes para cambiar la situación para ellos mismos o para sus hijos.
Cuando se mira a través de tales ojos, las operaciones petrolíferas en muchos países de África tales como Sudán y Nigeria y gran parte del mundo en desarrollo, se ve que enriquecen gobiernos que la mayoría de la población no quiere y que no le sirven a los intereses de nadie más que de las autoridades corruptas. Al mismo tiempo, billones de dólares de la riqueza de estos países es extraída para no ser vista nunca más, mientras la mayoría del pueblo permanece pobre. Este modelo se ha repetido en región tras región por todo el mundo.
La guerra en Irak ha aumentado el terrorismo en vez de disminuirlo. La solución inmediata y a corto plazo puede ser la de buscar y destruir a las células y redes terroristas y la gente que las apoya. Pero a largo plazo las causas de raíz de la violencia política y el terror están relacionadas con las condiciones sociales y económicas de los pueblos del mundo, la falta de justicia y de reciprocidad que estas poblaciones perciben. Pregúntate a ti mismo ¿conseguiremos la paz a través de la fuerza o a través de la justicia? La Estrategia y el análisis de La Cuarta Vía, respetan la dignidad humana, hacen un llamado al empoderamiento del pueblo y constan de un marco de acción que se puede implementar en cualquier parte del mundo donde el desarrollo sostenible y la construcción de naciones constituyan las lineamientos de acción para desvanecer el terror, la violencia y la pobreza, y para crear condiciones que conduzcan al desarrollo constructivo, el poder espiritual, la justicia social y la prosperidad económica.
Conclusión
Acabar con el terror y/o la violencia no puede lograrse solamente por medios militares. Debemos también ayudar a empoderar al pueblo y lograr una medida socialmente justa y razonable de bienestar y prosperidad en sus vidas. La experiencia reciente en Irak parece mostrar que una “solución” militar de mano dura puede hacer que las situaciones sean más difíciles de resolver. Ciertamente mucho de lo que se necesita para eliminar el azote del terror y la violencia de la faz de la tierra se relaciona con empoderar a la gente para que se comprometa con procesos constructivos de cambio y con hacerle asequibles procesos de desarrollo armónicos y de justicia social y económica a los desposeídos y a los más pobres en todas las regiones de la Madre Tierra.
La Cuarta Vía no es meramente una opción estratégica o una senda alternativa a seguir para los Pueblos Indígenas de las Américas (como también para gente como ellos, en otros lados del mundo) en vez de la asimilación (o sea, renunciar su identidad Indígena para volverse parte de los pobres marginados), la resignación (es decir, aceptar que es su destino ser pobres y miserables) o la resistencia (esto es, emplear la lucha y la violencia para forzar el cambio). Esta es la única opción que conducirá a una paz y prosperidad sostenibles y es por lo tanto un componente esencial en la lucha para acabar con la violencia y la pobreza.
En este incierto cruce de caminos en la historia humana, los pueblos Indígenas y sus aliados tienen un único y poderoso papel para actuar como campeones de promoción de la paz y el desarrollo sostenibles, las cuales se constituyen en los lineamientos de acción para desvanecer la violencia y la pobreza en toda América y alrededor del mundo.
Sabemos que los Gobiernos de Canadá y de Estados Unidos de Norteamérica, al igual que otros gobiernos, enfrentan decisiones difíciles y costosas y que la seguridad nacional debe tener una muy alta prioridad. Sostenemos que La Cuarta Vía es una iniciativa de seguridad estratégica. Desde una perspectiva Indígena, La Cuarta Vía ofrece una opción estratégica para los Pueblos Indígenas al suministrar la guía espiritual para apoyar la transformación de la frustración, la violencia, la desesperanza y la pobreza, en procesos sostenibles y armoniosos de desarrollo constructivo, inicialmente en las Américas y posteriormente alrededor del mundo.
Una Llamada para la Acción de Indígena a Indígena
Ya sea o no que todos los estados-nación, corporaciones multinacionales o agencias internacionales para el desarrollo que nos rodean, se encuentren deseosos o dispuestos a participar con nosotros en este momento para desarrollar La Cuarta Vía, nuestros Pueblos Indígenas y sus aliados necesitan poner en marcha inmediatamente el proceso de reconstrucción y reunificación de las Américas.
1. Nosotros somos los portadores de las antiguas profecías y de una visión clara de un futuro prometedor de justicia y prosperidad colectiva para las Américas, que como lo prometimos, co-crearemos con todos los miembros de la Familia Humana. Esta nueva era será una realidad con tanta seguridad como saber que el sol se levanta cada mañana.
2. Tenemos una base espiritual de principios y valores guía, los cuales nos permitieron sobrevivir de un largo invierno espiritual que estuvo lleno, a veces, de la más terrible de las crueldades, violencia, injusticia, abuso y genocidio físico y cultural. A pesar de esto, a lo largo de las Américas, una cantidad cada vez mayor, de nuestros parientes Indígenas se están despertando hacia su identidad espiritual y están sanando sus relaciones sagradas con todos los miembros de la Familia Humana. De hecho una gran mayoría de todos los habitantes del hemisferio Occidental tienen algún grado de herencia Indígena.
3. Juntos, con nuestros aliados, tenemos desarrolladas las capacidades culturales, espirituales, científicas, tecnológicas, industriales, sociales, económicas y agrícolas necesarias para co-crear y reconstruir nuestras tribus y naciones, con mayor fortaleza que nunca antes.
4. Nuestros Pueblos Indígenas, con el apoyo de nuestros aliados, tienen los recursos colectivos materiales para volver realidad nuestros mejores sueños y visiones. Nuestro capital social creciente, el uso de nuestra tierra, nuestros recursos naturales, incluidos el agua, el petróleo, el gas natural, la madera, los minerales poco comunes y las piedras preciosas, los derechos a la pesca y la caza y todos aquellos derechos y recursos que merecemos pero que todavía tenemos que adquirir, muy pronto nos permitirán volvernos una economía y una fuerza espiritual muy importante, no sólo en las Américas, sino alrededor del mundo. Por ejemplo, la gente Indígena del Águila (Canadá y EE. UU.), junto con nuestros aliados, tienen los recursos colectivos para apoyar directamente a nuestros parientes Indígenas del Cóndor (Latinoamérica) para desarrollar sus recursos naturales y su capital social de manera que apoyen nuestras profecías y visión colectivas de un futuro que emerge rápidamente con justicia social y prosperidad económica para todos los miembros de la Familia Humana. Al mismo tiempo, como sucedió con la Unión del Cóndor y el Águila original, los pueblos Indígenas del Sur tienen muchos obsequios sagrados que compartir con sus parientes Indígenas del Norte.
El reto primordial que se nos presenta como Pueblos Indígenas para la reconstrucción de de las Américas es la falta de unidad. Por lo tanto, el primer propósito del Paso 1 de La Cuarta Vía es establecer las bases espirituales para la unidad. Una vez que esta base se manifieste, producto del trabajo y de la devoción dedicada, todo lo demás se desplegará naturalmente tal como lo predijeron los Antiguos.
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LOS PRINCIPIOS GUÍA DE CUATRO MUNDOS (FOUR WORLDS) PARA CONSTRUIR UN MUNDO SOSTENIBLE Y ARMONIOSO
Apéndice 1
Estos 16 principios para construir una comunidad mundial sostenible y armoniosa surgieron de un proceso de reflexión, consulta y acción durante 36 años dentro de las comunidades Indígenas a lo largo de las Américas. Están enraizados en las preocupaciones de cientos de ancianos y líderes y pensadores aborígenes, así como en las mejores reflexiones de muchos científicos, investigadores y profesionales del desarrollo humano y comunitario no-aborígenes.
Estos principios guía constituyen la base para el proceso de sanación y desarrollo de nosotros mismos (mental, emocional, física y espiritualmente), de las relaciones humanas (personales, sociales, políticas, económicas y culturales) y de nuestra relación con La Madre Tierra. Describen la manera en la que debemos trabajar y lo que debemos proteger y preservar.
Ofrecemos estos principios como un regalo a todos aquellos que buscan construir una comunidad mundial armoniosa y sostenible.
PREÁMBULO
Hablamos como uno solo, guiados por las sagradas enseñanzas y las tradiciones espirituales de las Cuatro Direcciones que nos enaltecen, guían, protegen, previenen, inspiran y retan a la familia humana en su totalidad, a lograr formas de vida que sostengan y mejoren la vida humana y la vida de todos los que habitan La Madre Tierra y por la presente, dedicar nuestras vidas y energías a sanar y desarrollar tanto a nosotros mismos como a la red de relaciones que hacen nuestro mundo y a la forma en que vivimos con La Madre Tierra.
LOS PRINCIPIOS GUÍA
Comenzando desde el interior, trabajando en un círculo de una manera sagrada, nos sanamos a nosotros mismos, sanamos nuestras relaciones y nuestro mundo.
COMENZANDO DESDE EL INTERIOR
Los Seres Humanos Pueden Transformar sus Mundos
La red de nuestras relaciones con otros y con el mundo natural, la cual ha dado origen a los problemas que encara la humanidad, se puede cambiar.
El Desarrollo Viene desde El Interior
El proceso de desarrollo humano y comunitario se despliega desde el interior de cada persona, de sus relaciones, su dinámica familiar, su comunidad o su nación.
Sin Visión, No Hay Desarrollo
Una visión sobre quiénes podemos llegar a ser y sobre cómo sería un mundo sostenible, funciona como un imán muy poderoso, que extrae de nosotros nuestro potencial.
La Sanación es una Parte Necesaria del Desarrollo
Sanar el pasado, cerrando viejas heridas y aprendiendo hábitos sanos de pensamiento y acción para reemplazar el pensamiento disfuncional y los modelos perturbadores de las relaciones humanas es una parte necesaria del proceso de desarrollo sostenible.
TRABAJAR EN UN CÍRCULO
Interconexiones
Todo está conectado con todo lo demás, por lo tanto, cualquier aspecto de nuestra sanación y desarrollo está relacionado con todos los demás (de manera personal, social, cultural, política, económica, etc.) Cuando trabajamos en cualquiera de estas partes, el círculo completo se afecta.
Sin Unidad No Hay Desarrollo
La unidad significa uno solo. Sin unidad, la indivisibilidad común que hace que los seres humanos (aparentemente ) separados vivan en “comunidad” sería imposible. La falta de unidad es la enfermedad principal de la comunidad.
Sin Participación No Hay Desarrollo
La participación es el compromiso activo de las mentes, los corazones y la energía de las personas en el proceso de su propia sanación y desarrollo.
Justicia
A toda persona (sin importar género, raza, edad, cultura o religión) se le deben conferir iguales oportunidades para participar en el proceso de sanación y desarrollo y para recibir una parte justa de los beneficios.
DE UNA MANERA SAGRADA
Espíritu
Los seres humanos son en su naturaleza tanto materiales como espirituales. Es por lo tanto inconcebible que la comunidad humana pueda volverse un todo sostenible, sin lograr un equilibro entre nuestras vidas y los requerimientos de nuestra naturaleza espiritual.
Moral y Ética
El desarrollo humano y comunitario sostenible requiere de una base moral centrada en la sabiduría del corazón. Cuando esta base se pierde, los principios morales y éticos se deterioran y el desarrollo se detiene.
El Dolor de Uno es El Dolor De Todos: El Honor de Uno es el Honor de Todos
El hecho básico de nuestra unidad como Familia Humana significa que el desarrollo para algunos a expensas del bienestar de los otros no es aceptable ni sostenible.
El Desarrollo Auténtico está Basado en la Cultura
La sanación y el desarrollo deben tener raíces en la sabiduría, el conocimiento y los procesos de vida de la cultura del pueblo.
NOS SANAMOS Y NOS DESARROLLAMOS A NOSOTROS MISMOS, A NUESTRAS RELACIONES Y A NUESTRO MUNDO
Aprendizaje
Los seres humanos somos seres que aprenden. Comenzamos a aprender cuando todavía estamos en la matriz de nuestras madres y a menos que algo suceda que cierre nuestras mentes y paralice nuestras capacidades, seguimos aprendiendo durante toda nuestra vida. El aprender es el corazón de la sanación y el desarrollo.
Sostenibilidad
Sostener algo significa permitir que ello continúe por un largo tiempo. El desarrollo auténtico no acaba o socava lo que necesita para seguir adelante.
Moverse Hacia lo Positivo
Resolver los problemas críticos en nuestras vidas y comunidades se hace mejor visualizando y dirigiéndose a hacer realidad la alternativa positiva que deseamos crear y construyendo con base en las fortalezas que ya tenemos, antes que desperdiciar nuestra energía peleando contra lo negativo.
Sé el Cambio que Quieres Ver
Las estrategias más poderosas para el cambio siempre involucran modelos positivos de buen comportamiento y la creación de ejemplos vivientes de las soluciones que estamos proponiendo. Caminando el sendero, hacemos el sendero visible.
APÉNDICE II
UNA BREVE HISTORIA DE LOS DIECISÉIS PRINCIPIOS
Los Dieciséis Principios para Construir un Mundo Armonioso y Sostenible emergieron de un proceso extenso de consulta con líderes Indígenas espirituales, culturales y comunitarios que se extendió por más de dos décadas.
Este proceso de consulta comenzó con una reunión histórica que se llevó a cabo durante los últimos días de diciembre de 1982 en las planicies altas del sur de Alberta. Esta reunión de cuarenta ancianos tradicionales y líderes de las comunidades, llegó en su conjunto a encontrar una solución a la terrible oscuridad del abuso de drogas, de la pobreza, del sufrimiento y de la muerte que parecían haber inundado a casi todas las comunidades Indígenas en Canadá y Estados Unidos de Norteamérica y para compartir las visiones y las profecías Indígenas sobre el futuro.
Cuatro principios centrales emergieron de este consejo tradicional que se convirtieron en la base y el marco guía para el amplio desarrollo, aprendizaje y acción en cientos de comunidades por todo el mundo. Estos cuatro principios centrales son los siguientes:
1.- Desarrollo desde El Interior
La sanación y el desarrollo deben venir desde el interior de las comunidades de personas que desean el cambio y deben ser en gran medida dirigidos por ellos mismos.
2.- Sin Visión No Hay Desarrollo
Si las personas no tienen una visión de la posibilidad humana fuera de aquella en la cual se encuentran, no se pueden sanar, no se pueden desarrollar y en última instancia no pueden sobrevivir. La cultura es la madre de la visión. Las personas en desarrollo necesitan reencontrase con los valores y conocimientos característicos de su propia experiencia tradicional, que preservan y enaltecen la vida.
3.- El Desarrollo Individual y Comunitario Están Relacionados.
El desarrollo de los individuos y el desarrollo de sus familias y comunidades van de la mano. El desarrollo personal y social son interdependientes.
4.- Se Requiere una Gran Empresa de Aprendizaje.
El aprendizaje conduce el proceso de desarrollo. La gente tiene que aprender cómo vivir en el mundo como individuos, familias y comunidades a partir de nuevas maneras que sean preservadoras y enaltecedoras de vida. El aprendizaje es una dinámica fundamental en el desarrollo humano.
En 1987, cuatro años después de la reunión inicial, otra reunión de ancianos se convocó para revisar el trabajo ya encaminado y los cuatro principios originales fueron extendidos a siete. Se agregaron (siguiendo la orientación de los ancianos y de los guías espirituales que acudieron a la segunda conferencia visionaria), conceptos tales como: “las dimensiones espirituales y morales del desarrollo son ineludibles ”; “el desarrollo de las comunidades debe ser configurado y guiado dentro de la misma cultura de la gente” y la importancia de integrar “tanto aproximaciones de arriba hacia abajo como de abajo hacia arriba”, porque se necesita tanto la participación de las bases como un liderazgo fuerte e instituciones efectivas. En julio de 1991, la Sociedad de Ciencia e Ingeniería del Indio Americano (American Indian Science and Egineering Society – AISES) y Cuatro Mundos Internacional (Four Worlds International), patrocinaron la Reunión de Ancianos Nativos Americanos en Loveland, Colorado, para continuar la discusión sobre los Principios Guía y las visiones Indígenas y las Profecías sobre el futuro.
Finalmente, por siete días durante los veranos de 1993 y 1994, se llevaron a cabo conferencias de gran importancia en Lethbridge, Alberta, Canadá, a las cuales asistieron quinientos Indígenas, en cada año, para la reflexión y el diálogo de sus experiencias en la sanación y el desarrollo de sus comunidades. Basados en este proceso de consulta y de reflexión profunda, Dieciséis Principios Guías emergieron que incluyeron principios pasados pero que reflejaron mucho más claramente lo que había sido aprendido acerca de lo que funciona y lo que se necesita en el proceso de transformar la comunidad hacia el bienestar y la prosperidad sostenibles.
Es importante señalar que estos Dieciséis Principios Guía han sido probados y revisados por muchas comunidades Indígenas (así como otras) y se ha encontrado que son una guía efectiva para procesos transformacionales positivos. Un principio no es una receta, sin embargo es una declaración de una verdad fundamental. Describe la naturaleza de las cosas como son, lo que es básico y esencial, lo que funciona y lo que no, lo que se debe incluir y lo que no puede ser dejado por fuera. Estos Dieciséis Principios Guía reflejan las experiencias y la sabiduría destilada de cientos de comunidades y naciones Indígenas mientras luchan para sanarse a sí mismas y desarrollar un modelo de vida sostenible y armonioso.
Finalmente, es importante enfatizar que estos Dieciséis Principios Guía, como todo en la vida, son un borrador. No son la última palabra. Ciertamente no hemos aprendido todo lo que tenemos que aprender. Nuevos principios guía emergerán, y nuevas percepciones acerca del significado de los principios guía que ya conocemos saldrán a la luz. Consideren esto como una invitación al diálogo.